Ashtanga Yoga Estilo Mysore

Cuando llegas a una sala de ashtanga yoga estilo Mysore, encuentras que cada alumno está realizando su práctica individual, pero todos en base al mismo método: Ashtanga.

Ashtanga Yoga estilo mysore consiste en seis series: Primera, Intermedia, Avanzada A, B, C y D.

Depende de tu nivel el estilo Mysore se adapta tanto a practicantes principiantes como avanzados, con el fin de desarrollar una auto-práctica que puedes mantener en cualquier lugar.

La práctica diaria aporta un crecimiento continuo a través de la repetición de las asanas desafiando a tu mente y cuerpo, descubriendo algo nuevo sobre la postura y sobre ti mismo.

Conforme la destreza y conocimiento sobre la práctica van evolucionando, asanas (posturas) se van incorporando paulatinamente.

El estilo Mysore es nombrado así por la ciudad en la que Sri K Pattabhi Jois vivió y enseñó, continuando la forma de enseñanza de su profesor, T. Krishnamacharya.

Este estilo de Yoga se transmite siguiendo la tradición Parampara: Parampara o linaje, es la tradición basada en la relación espiritual y orientación donde las enseñanzas se transmiten de un Gurú (Maestro) a un Sisya (discípulo). Tal conocimiento se imparte a través de la relación que se desarrolla entre el gurú y el discípulo. Esta relación es considerada, fundamentado en la autenticidad del Gurú, y el respeto, compromiso, devoción y obedencia del estudiante, el mejor camino para transmitir el conocimiento más avanzado. El estudiante eventualmente domina el conocimiento que el Gurú encarna.

ajuste alumno

Al principio puede resultar una práctica dura, fortaleza física y mental son ingredientes imprescindibles en la práctica. La repetición de las asanas demanda paciencia y dedicación. Practicar cada día, demanda rigurosidad.

Es curioso como el método Ashtanga reúne a personas en búsqueda de paz interior con necesidades similares.

Con la práctica todo llega.

Pathabi Jois, el fundador y padre del método Ashtanga estilo Mysore decía “Practice and all is coming” (práctica y todo llega).

Absolutamente todo. Lo bueno y lo malo. La fortaleza y los miedos. El coraje y las inseguridades. El amor y la frustración.

Por ello Ashtanga no es sólo una práctica, sino que se puede convertir fácilmente en un estilo de vida.

Las asanas son sólo una herramienta, no son el fin. Las asanas nos ayudan a llegar a un estado más completo con nuestro ser. La práctica nos sirve como meditación en movimiento. Y el compromiso con ella nos lleva a respetarnos a nosotros mismos.

Cada momento es una posibilidad para sentirte completo.


Categorías: Ashtanga