Ver arder mi planeta
me causa extrema
tristeza.
Llamas de fuego
que nos ayudan
cuando es invierno,
y el frío nos invade
mientras calienta
nuestros hogares.
Llamas naranjas
violetas y fucsias
que emergen de
colillas,
cerillas de dolor.
Admiro cada día
la belleza natural
de este planeta
que me ofrece
sin más,
agua, tierra,
mar, montaña,
flores y plantas,
amor incondicional.
Y dejamos que se marchite
y mi cuerpo grita y llora,
pues no hay motivo alguno
para dañar nuestro hogar,
que nos cobija y da.
Sin ti, planeta Tierra,
se acaba la vida conocida,
se marchitan los corazones
suicidas,
que en vez de cuidarte,
te olvidan.
Violeta Lara.